Hoy,
como ayer, van pasando, inexorablemente, las horas que configuran un nuevo día.
Aburrida, intenta suplir todos los momentos vacíos, que son muchos,
desarrollando una actividad frenética y vacua. Así que ha decidido cortar por
lo sano, a partir de ahora todo lo que haga ha de tener un sentido. Reflexiona un
momento...¿por donde empezar? La verdad es que no encuentra mucho aliciente y
es complicado establecer un punto de partida. Por ello se plantea empezar de lo
poco a lo mucho, de lo fácil a lo difícil. Será como subir una montaña: el
prado, la ladera, los riscos y, al final, la cima. Pero en ese recorrido hay
muchos elementos que le distraen en su ruta. El pequeño riachuelo, las flores,
los romeros, insectos, mariposas que revolotean en el aire puro que respira con
fuerza, proyectar la vista hasta alcanzar otros paisajes...En este discurrir
pasa buena parte de la jornada, llegando a concluir, divertida, que lo que
menos interesa es alcanzar la cima.
Siempre es importante disfrutar del camino. Además cuando llegues no importará que lo hayas hecho en un día o en toda una vida, lo importante será estar allí y sentirte bien
ResponderEliminarEso es lo que pienso a día de hoy...no se mañana!
EliminarCreo que tienes mucha razón siempre me ha parecido que es más importante empezar poco a poco e ir haciendo las cosas conforme van viniendo!!!!
ResponderEliminarCada vez te va quedando mejor el blog!!!!