jueves, 30 de abril de 2015

Belleza efímera

Me levanto temprano y, como todos los días, doy inicio a mi rutina: preparo café, tomo mis suplementos, ojeo el correo...Después paso al baño, me lavo la cara y miro al espejo. Me devuelve un rostro aún somnoliento en el que, gracias al descanso nocturno, han desaparecido las muestras de cansancio del día anterior. Pocas veces me paro un tiempo en observarme, hoy lo hago y descubro unas manchas rojas en mi nariz, eso es nuevo. Sigo observando y analizo la imagen que el espejo me devuelve. Desde luego se nota el paso del tiempo...
Ello me lleva a reflexionar sobre la belleza. Y no es que yo sea lo que se dice guapa. De figura menuda, creo reunir unos rasgos correctos, destacando quizá la profundidad de la mirada en unos ojos claros que siempre llamaron la atención, con una sonrisa espontánea, de ángel según decía mi padre, que me aporta cierto atractivo, al menos y sin ser pretenciosa, así lo creo.
Pero ¿que es la belleza? La belleza es un don de Dios favorecido por la genética e, indiscutiblemente, ayudado por unos cuidados correctos. Sigo preguntándome  que ocurre con la gente que no entra en los cánones establecidos, ¿es fea?. Desde luego la sociedad rechaza lo feo, lo pobre y lo viejo. Nos estamos equivocando al establecer los parámetros para lo bello, mirad no mas el recorrido que, a lo largo de la historia, ha tenido el concepto de belleza. Reconocernos en nuestro yo interior y tratar de sacar a la luz lo bueno que todos tenemos es un buen ejercicio, quedando al margen el bonus extra concedido, no es lo mas importante.
Mi abuela Pilar
Estas reflexiones me dan un chute de energía positiva, así que, en su provecho voy a afrontar la jornada de la mejor manera que pueda, con un plus de alegría por la primavera que, por fin, se percibe en el ambiente.





Dedicado a mi abuela Pilar García Condoy.