viernes, 2 de febrero de 2018

En el mismo sitio

Otra vez aquí, en la planta 5 de este hospital, recinto destinado a la gente mayor que espera, con resignación,  la vida o la muerte. Pienso en el enfermo y me entristece su deterioro, recordando también a la persona que fue joven. Rememoro sus historias, contadas con detalle, una y mil anécdotas de tiempos pasados. Reviven recuerdos y personas, esperanzas y frustraciones. Hoy ya ha desaparecido la casa, pero su solar guarda todo aquello que ahora recuerdo. Las escaleras a la primera planta, subidas con brío y anhelo por el esperado reencuentro tras el invierno. Las puertas del paraíso abiertas a un mundo de fantasía y juego. El huerto, el pozo y la higuera. La terraza,  el peligro y la tarde cayendo en el horizonte que acerca la altura. Aromas de árboles inexistentes pero que el hipotálamo conserva. Dentro de la casa, el oscuro comedor, las habitaciones, la sala...todo con muebles antiguos y obras de arte. Y el abuelo, llenando con su menuda presencia todo el espacio. Vacío el solar, nada tiene ya sentido. Aún con todo, la fuerza de sus vidas fijan las vivencias, indelebles, en las páginas que quedan por cerrar. Falta poco, es triste pensarlo.